En “Voy”, Los Dos Jefes no vienen a hacer oda a la victoria, sino a ese tramo mucho más incómodo donde todavía no se sabe si todo va a salir bien. Su nuevo sencillo se siente como un pensamiento en voz alta sobre avanzar sin tener el mapa completo: seguir igual, con miedo, con dudas, con el cuerpo cansado, pero seguir.
Fieles a su pulso rocanrolero, la banda construyó una canción directa, sin maquillaje. La base rítmica empuja hacia adelante como una caminata larga a medianoche; los riffs entran sin ceremonia y la voz se mueve entre la rabia contenida y la fragilidad de quien admite que no tiene todas las respuestas. No hay épica grandilocuente: hay imágenes de lo cotidiano, del autocuidado a medias, de esa inercia rara de seguir andando “con nuevas ilusiones y más contradicciones” al mismo tiempo.
“Voy” retoma el carácter crudo que Los Dos Jefes ya habían mostrado en Tradicional, pero esta vez con la lupa puesta en el conflicto interno. La producción deja espacio para que la interpretación vocal cargue el peso emocional del tema: cada frase parece tironeada entre el impulso de mandarlo todo al diablo y la necesidad de no rendirse todavía. Es una canción sobre moverse incluso cuando la vida se siente como un espiral, dando vueltas sobre las mismas preguntas.
Con este lanzamiento, la banda reafirmó su lugar dentro de la escena como un proyecto que no busca respuestas fáciles ni slogans motivacionales. Lo suyo es otra cosa: rocanrol honesto, de guitarras al frente y letras que se atreven a decir que avanzar duele, que cuidar de uno mismo también es un acto de resistencia y que, a veces, lo único claro es eso: voy, aunque no sepa exactamente hacia dónde.