En “Estas Calles”, la artista chilena Salares convierte lo cotidiano en territorio sensible. Su nuevo EP no se limita a describir la ciudad: la habita desde adentro, como quien camina sin prisa, atento a lo que dicen las esquinas, los muros gastados y el aire frío que baja desde los cerros. Hay una tensión suave entre asfalto y cordillera, entre ruido urbano y memoria andina, que atraviesa todo el proyecto.
Las canciones de “Estas Calles” funcionan como pequeñas escenas. Más que relatos lineales, son fragmentos de vida que aparecen y desaparecen, como imágenes que quedan flotando después de cerrar los ojos en medio del tránsito. Salares canta desde un lugar íntimo, casi confesional, pero lo hace a partir de elementos muy concretos: pasos, fachadas, luces, silencios. Esa combinación vuelve el EP cercano, reconocible, incluso para quien nunca ha caminado por las mismas calles que ella.
El visualizer de la canción que da nombre al EP extiende ese universo hacia lo audiovisual. No es solo un acompañamiento decorativo, sino una puerta más hacia las emociones que sostienen la obra: colores que respiran al ritmo de la música, formas que aparecen y se deshacen como recuerdos, movimientos que siguen la cadencia de la voz. La experiencia deja de ser solo sonora para transformarse en un pequeño viaje inmersivo, donde cada elemento suma a la historia.
Escuchar “Estas Calles” es dejarse guiar por la voz de Salares como quien sigue a alguien que conoce bien la ciudad, pero también sus propios laberintos internos. Hay espacio para la nostalgia, para la calma y para esa melancolía que no derrumba, sino que invita a mirar hacia adentro con más honestidad. No se trata solo de canciones bonitas, sino de un diálogo silencioso con quien se anima a escucharlas sin distracciones.
En este EP, Salares construye un lugar donde la introspección se encuentra con el pavimento, donde el silencio tiene tanto peso como los acordes y donde cada escucha revela un rincón nuevo, propio. “Estas Calles” no pide grandes gestos: apenas sugiere que te detengas un momento, pongas play y permitas que esas calles también recorran partes de ti que todavía esperan ser descubiertas.
